“Soy un entusiasta del conocimiento y el placer... lo acepto... estoy a un paso del fanatismo”.
Las siguientes líneas que presentaré a ustedes fueron motivadas por una reunión hace unos días con algunos amigos y que entrábamos en debate sobre que dividía la delgada línea del fanatismo y el simple gusto por las cosas.
El ser humano considero desde que nace tiende a inclinarse sobre una admiración hacía elementos que lo rodean en su contexto: personas, equipo de futbol, religiones y un largo etc. La historia de vida, el lugar de nacimiento o los amigos que van formando a cada uno de nosotros conforme los años transcurren en nuestras vidas.
Pero exactamente ¿Qué determina donde empieza y termina la línea de los fanáticos y los obsesivos?, pueden ser muchos factores, pero empecemos por el principio; entendemos por obsesión “una perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz persistencia asalta la mente. Este pensamiento, sentimiento o tendencia aparece en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona, pero es persistente”.
Ahora, ¿qué ocurre con el fanático?: esta palabra engloba un abanico de definiciones, recorren desde esa pasión desmedida, tenaz y muy puntiaguda hacia una causa (interpretemos como cualquier asunto de posible admiración) hasta al individuo (groupie) que siente entusiasmo por algo o alguien (muy similar a la admiración); querer ser como ellos o tener lo que ellos hacen o platican.
Pero la mente tan compleja del ser humano, empieza a generar confusiones de conceptos y una variedad de visiones acerca de este tema vienen a la luz. Pero me falta resolver una incógnita más... El gusto por las cosas, aquí encaja perfectamente todo aquello que le da sabor a la vida, todo lo que nos provoca sensaciones de bienestar y sentimientos hacia algún objeto o persona. Sin perder los estribo o hacer un tipo de ritual hacia las personas o cosas. Sólo por la mera sensación de satisfacción y de vivir.
Todo esto me lleva a reflexionar sobre porque los seres humanos nos obsesionamos con programas, artistas, personajes y personalidades que pueden llegar a un conflicto mental intenso y que probablemente no podamos salir en un futuro my lejano. Es interesante descubrir como buscamos características en los personajes públicos e ideologías de la sociedad. Es trascendental conocernos, descubrir nuestra historia de vida y los momentos que nos han marcado para caer en cuenta en qué momento nos convertimos en fanáticos de algo o peor aun, obsesión total.
Disfrutar de la vida es una de los privilegios que el ser supremo, pónganle la cara que quieran, nos pone día a día para tener en cuenta quien nos rodea y que podemos aprender sobre eso... un servidor al escribir estás líneas no imaginaba porque nunca había sido fan de algo... hoy gracias a la investigación y opiniones diversas comprendo que me han gustado gran cantidad de artistas o programas, pero nunca he caído en ser fanático... no estoy loco (hasta el momento), considero que es mejor disfrutar las cosas que la vida te ofrece por mero gusto a aferrarte a cosas que nunca sucederán y apasionarte con asuntos que tarde o temprano el único dañado serás tú. Echa un vistazo, replantea los conceptos y en que situacion nos encontramos y por qué?
“El fanatismo es la fantasía sexual jamás lograda”
Las siguientes líneas que presentaré a ustedes fueron motivadas por una reunión hace unos días con algunos amigos y que entrábamos en debate sobre que dividía la delgada línea del fanatismo y el simple gusto por las cosas.
El ser humano considero desde que nace tiende a inclinarse sobre una admiración hacía elementos que lo rodean en su contexto: personas, equipo de futbol, religiones y un largo etc. La historia de vida, el lugar de nacimiento o los amigos que van formando a cada uno de nosotros conforme los años transcurren en nuestras vidas.
Pero exactamente ¿Qué determina donde empieza y termina la línea de los fanáticos y los obsesivos?, pueden ser muchos factores, pero empecemos por el principio; entendemos por obsesión “una perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz persistencia asalta la mente. Este pensamiento, sentimiento o tendencia aparece en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona, pero es persistente”.
Ahora, ¿qué ocurre con el fanático?: esta palabra engloba un abanico de definiciones, recorren desde esa pasión desmedida, tenaz y muy puntiaguda hacia una causa (interpretemos como cualquier asunto de posible admiración) hasta al individuo (groupie) que siente entusiasmo por algo o alguien (muy similar a la admiración); querer ser como ellos o tener lo que ellos hacen o platican.
Pero la mente tan compleja del ser humano, empieza a generar confusiones de conceptos y una variedad de visiones acerca de este tema vienen a la luz. Pero me falta resolver una incógnita más... El gusto por las cosas, aquí encaja perfectamente todo aquello que le da sabor a la vida, todo lo que nos provoca sensaciones de bienestar y sentimientos hacia algún objeto o persona. Sin perder los estribo o hacer un tipo de ritual hacia las personas o cosas. Sólo por la mera sensación de satisfacción y de vivir.
Todo esto me lleva a reflexionar sobre porque los seres humanos nos obsesionamos con programas, artistas, personajes y personalidades que pueden llegar a un conflicto mental intenso y que probablemente no podamos salir en un futuro my lejano. Es interesante descubrir como buscamos características en los personajes públicos e ideologías de la sociedad. Es trascendental conocernos, descubrir nuestra historia de vida y los momentos que nos han marcado para caer en cuenta en qué momento nos convertimos en fanáticos de algo o peor aun, obsesión total.
Disfrutar de la vida es una de los privilegios que el ser supremo, pónganle la cara que quieran, nos pone día a día para tener en cuenta quien nos rodea y que podemos aprender sobre eso... un servidor al escribir estás líneas no imaginaba porque nunca había sido fan de algo... hoy gracias a la investigación y opiniones diversas comprendo que me han gustado gran cantidad de artistas o programas, pero nunca he caído en ser fanático... no estoy loco (hasta el momento), considero que es mejor disfrutar las cosas que la vida te ofrece por mero gusto a aferrarte a cosas que nunca sucederán y apasionarte con asuntos que tarde o temprano el único dañado serás tú. Echa un vistazo, replantea los conceptos y en que situacion nos encontramos y por qué?
“El fanatismo es la fantasía sexual jamás lograda”