Es por vocación, no por necesidad.
"El educador mediocre habla. El buen educador explica. El educador superior demuestra. El gran educador inspira".
William Arthur Ward
Por el transitar de esta vida, creo pasamos un tiempo considerable en las aulas de diferentes escuelas conviviendo con personajes que nos van dejando huella en nuestra personalidad: compañeros de aula, nuestro amigos o cuates del alma pero el personaje que de verdad marca con plumón indeleble los cuadernos de nuestra vida; son precisamente los maestros.
Esto debería ser tomado en cuenta por todas las etapas académicas por las que el ser humano pasa, pues en ocasiones creo eligen con las patas a esos guías, lo hacen por necesidad, por emergencia, por palancazo o por el simple hecho de que tiene un grado importante y un currículo que ni Elba Esther Gordillo pudiera rebasar (bueno, tomando en cuenta, que esa mujer en su vida se ha parado frente a un grupo).
En verdad lamento que en la universidad (pongan aquí, el nombre de la tuya) –pues en la mayoría “se cuecen habas”- algunos catedráticos no tengan ese DON para poder congeniar con un grupo de personas que en primer lugar buscan aprender temas y en segunda, por cultura, ven al maestro como todo un ser superior y dispuesto a aclarar cualquier tiempo de dudas, cuestionamientos y hasta problemas del corazón.
Ser maestro NO ES TAREA FÁCIL y es una labor exageradamente noble, pues tienes en tus manos a seres moldeables para convertirse en almas con espíritu de lucha, en futuro para un mundo necesitado de talentos y pensadores, de gente libre y creadora de conocimiento.
Hoy paso por algunos perfiles, que me generan escribir todo esto:
El maestro Barco… aquel que llega, hace como que da clase y sólo por tener verbo nos podrá “dorar la píldora” sin aportar realmente nada. “Preparando” su clase unos minutos antes de pararse frente al grupo.
El maestro Dino… tiene años dando clases, pero nunca ha sabido que debe actualizarse y que debe adaptarse a los cambios que la misma sociedad requiere. Efectivamente tiene mucha experiencia, pero creo que el es el único ser capaz de impartir determinado tema. GRAN ERROR.
El maestro Sabelotodo… Un espécimen bastante extraño, pues tiene el grado y el conocimiento para estar frente a un grupo, pero lamentablemente TODO ese saber no sirve de nada sino lo sabe inyectar adecuadamente en dosis donde los alumnos a futuro sabrán reconocer que tiene madera. Sólo genera soberbia y muchísima desilusión.
En este país donde el compadrazgo, la palanca y tantas otras mañas de utilizan para poder tener horas y horas frente a grupo y se buscan como si fueran barajitas de un álbum coleccionable. Mesura, es lo que buscamos. Maestro con vocación, maestros con el conocimiento, maestros con dedicación y seres humanos decididos a compartir lo mucho o poco que la vida les ha enseñado y guiar a las futuras generaciones por el camino correcto. DEJAR HUELLA.
Hago un llamado a las instituciones académicas para contratar a gente con verdadera vocación, no a gente inflada que cree al pararse frente a un grupo será fuerte y poderoso… para eso que busque mejor ser picado por una araña y salve a la sociedad. Ahora, también a ti que lees éstas líneas exige que la educación que se imparte sea hecha por personas con el talento y conocimiento para ser responsables de las próximas generaciones. Porque la educación no se puede tomar a la ligera, pero en ocasiones pareciera que así es. Aunque no barro parejo con este escrito, pues existen seres impresionantes que en su momento les dedicaré también varias líneas. Pero por favor, Recuerden que si no quieren castigar al hombre deben educar bien al niño y los maestros son una herramienta importantísima en ese desarrollo. Atención por favor.
"Para enseñar a los demás, primero has de hacer tú algo muy duro: has de enderezarte a ti mismo".
Buda (563 AC-486 AC)