¿A quién le podemos echar la culpa?
Recuerdo perfectamente en el no muy lejano 2002 como la iglesia hizo TODO un pancho por la exhibición abierta de una cinta dirigida por el Sr. Carrera y que venía a tocar fibras muy delicadas en el mundo del catolicismo en nuestro país. Con una cultura casi de “por favor no hablen de eso, porque el niño se despierta”. La cinta en cuestión, “El crimen del Padre Amaro”, retrataba cierto detallitos que para ciertos sectores no eran muy gratos tratar, pero que para la mayoría era un “secreto a voces”.
Se armó el revuelo, la iglesia dio su postura, los políticos sólo miraron y los creadores empezaron una lucha con la tan famosa frase “nos coartan la libertad de expresión de nuestro mensaje comunicativo”. El resultado... una fila larga para ver en una cinta MEXICANA que años atrás, nunca hubiéramos creído pudiera existir que tantas personas estuvieran formadas para ver ese producto del séptimo arte.
TODO esto lo traigo a colación, porque recientemente un juez federal ordenó suspender la exhibición de la cinta-documental “Presunto Culpable” (2010), una historia dirigida por Roberto Hernández y Geoffrey Smith que nos cuenta la historia de Toño, un vendedor de videojuegos de Iztapalapa que tuvo la mala suerte de estar en en el lugar equivocado y fue condenado por un crimen que no cometió, por lo tanto se observaran escenas desde indignantes hasta sorprendentes sobre el proceso que vivió el joven durante los 4 años en la cárcel.
Esta historia empieza a mover el corazón y la conciencia de cierto sector de la sociedad y a levantar polvo en otro sector que descubren que realmente se cometió un injusticia y de las que se deben escribir con MAYÚSCULAS. Esa determinación ocasionó los comentarios negativos y el repudió de muchos que vemos con desaprobación que el simple hecho de contar una historia donde hasta el título da miedo, pues en nuestro país: eres culpable hasta que se pruebe lo contrario; cuando realmente eres inocente hasta que se descubra lo contrario como en el resto del mundo. Duro, pero es una realidad de mi país al que quiero tanto y me ha visto crecer.
“Presunto culpable” se ha visto “empañada” por esta determinación tan absurda que lo único que generará es una popularidad aun mayor de la que ya cargaba la historia por naturaleza. Eso es el punto que no concibo. Si la tirada era prohibirla, pues hace meses hubieran hecho todo este desmadrito. No lo hubieran publicado y nos evitaríamos ahora que se hable tanto de una cinta que empezará a generar mucho morbo en la sociedad. Tomando en cuenta que morbosos es parte de nuestro cúmulo de características naturales como hombres. Mientras más prohibido, más sabroso nos sabe.
También es de risa que tanto los productores, como la Dirección de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC), la Secretaría de Gobernación (SEGOB) y la juez 12 de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México se avienten la pelota que ninguno tuvo que ver y que debido a la denuncia del Sr. Reyes Bravo, involucrado y filmado sin consentimiento en el documental, tiene la responsabilidad de TODO este borlote, todos lo desaprueban el dictamen; pero lo que no se dieron cuenta, es que generó PUBLICIDAD gratis y con muchas ganancias para la historia.
Además que aquí el que no corre, vuela y La piratería ya hizo su “agosto” vendiendo en SUPER PROMOCIÓN de 10 pesitos la cinta censurada por el gobierno, generando un sin fin de personas que llevarán la historia a sus hogares para disfrutar de lo que “los de arriba” no quieren que veamos.
La cinta no he tenido la oportunidad de verla, no puedo juzgarla en su desarrollo argumental, edición, guión y otros detalles, pero lo cierto es que esta película estará un rato más de lo esperado en las carteleras. Al momento de cerrar este artículo veíamos venir un arrepentimiento formal de las autoridades con el tan coloquial: “dice mi mamá que siempre no”.
Así como la cinta de Carrera, ahora los Sres. Hernández y Smith disfrutaran de un poco más de popularidad y es cierto ayudará gratamente a sus carreras para en futuros no muy lejanos seguir haciendo proyectos de calidad y contenido interesante.
Ahora para las autoridades solo pónganse de acuerdo y no hagan tanto borlote porque lo único que se genera es demasiado morbo y sin sentido, cuando lo cierto es que debemos expresarnos con responsabilidad y con un objetivo firme de conocer diferentes perspectivas de una realidad que a todos nos influye y nos afecta.
Se armó el revuelo, la iglesia dio su postura, los políticos sólo miraron y los creadores empezaron una lucha con la tan famosa frase “nos coartan la libertad de expresión de nuestro mensaje comunicativo”. El resultado... una fila larga para ver en una cinta MEXICANA que años atrás, nunca hubiéramos creído pudiera existir que tantas personas estuvieran formadas para ver ese producto del séptimo arte.
TODO esto lo traigo a colación, porque recientemente un juez federal ordenó suspender la exhibición de la cinta-documental “Presunto Culpable” (2010), una historia dirigida por Roberto Hernández y Geoffrey Smith que nos cuenta la historia de Toño, un vendedor de videojuegos de Iztapalapa que tuvo la mala suerte de estar en en el lugar equivocado y fue condenado por un crimen que no cometió, por lo tanto se observaran escenas desde indignantes hasta sorprendentes sobre el proceso que vivió el joven durante los 4 años en la cárcel.
Esta historia empieza a mover el corazón y la conciencia de cierto sector de la sociedad y a levantar polvo en otro sector que descubren que realmente se cometió un injusticia y de las que se deben escribir con MAYÚSCULAS. Esa determinación ocasionó los comentarios negativos y el repudió de muchos que vemos con desaprobación que el simple hecho de contar una historia donde hasta el título da miedo, pues en nuestro país: eres culpable hasta que se pruebe lo contrario; cuando realmente eres inocente hasta que se descubra lo contrario como en el resto del mundo. Duro, pero es una realidad de mi país al que quiero tanto y me ha visto crecer.
“Presunto culpable” se ha visto “empañada” por esta determinación tan absurda que lo único que generará es una popularidad aun mayor de la que ya cargaba la historia por naturaleza. Eso es el punto que no concibo. Si la tirada era prohibirla, pues hace meses hubieran hecho todo este desmadrito. No lo hubieran publicado y nos evitaríamos ahora que se hable tanto de una cinta que empezará a generar mucho morbo en la sociedad. Tomando en cuenta que morbosos es parte de nuestro cúmulo de características naturales como hombres. Mientras más prohibido, más sabroso nos sabe.
También es de risa que tanto los productores, como la Dirección de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC), la Secretaría de Gobernación (SEGOB) y la juez 12 de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México se avienten la pelota que ninguno tuvo que ver y que debido a la denuncia del Sr. Reyes Bravo, involucrado y filmado sin consentimiento en el documental, tiene la responsabilidad de TODO este borlote, todos lo desaprueban el dictamen; pero lo que no se dieron cuenta, es que generó PUBLICIDAD gratis y con muchas ganancias para la historia.
Además que aquí el que no corre, vuela y La piratería ya hizo su “agosto” vendiendo en SUPER PROMOCIÓN de 10 pesitos la cinta censurada por el gobierno, generando un sin fin de personas que llevarán la historia a sus hogares para disfrutar de lo que “los de arriba” no quieren que veamos.
La cinta no he tenido la oportunidad de verla, no puedo juzgarla en su desarrollo argumental, edición, guión y otros detalles, pero lo cierto es que esta película estará un rato más de lo esperado en las carteleras. Al momento de cerrar este artículo veíamos venir un arrepentimiento formal de las autoridades con el tan coloquial: “dice mi mamá que siempre no”.
Así como la cinta de Carrera, ahora los Sres. Hernández y Smith disfrutaran de un poco más de popularidad y es cierto ayudará gratamente a sus carreras para en futuros no muy lejanos seguir haciendo proyectos de calidad y contenido interesante.
Ahora para las autoridades solo pónganse de acuerdo y no hagan tanto borlote porque lo único que se genera es demasiado morbo y sin sentido, cuando lo cierto es que debemos expresarnos con responsabilidad y con un objetivo firme de conocer diferentes perspectivas de una realidad que a todos nos influye y nos afecta.
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