“¿A dónde vamos a parar?” (citando al famoso Buki), con toda esta gama de cintas que quieren redefinir el género al que hemos estado acostumbrados y nos hacía pegar dos o tres brincos en las butacas de cine; efectivamente hablo del género de terror. Ahora es tan fácil tomar una cámara y hacer cómo un intento de “realismo” para creer que TODOS nos tragaremos el cuento de que eso realmente pasó.
Lamentablemente le tocó a “Con el Diablo adentro” sentarse en el banquillo de los acusados y decir ¿Qué demonios les ocurre a las “nuevas” películas de suspenso-terror?. Está historia protagonizada por Fernanda Andrade, Simon Quarterman, Evan Helmuth, Ionut Grama; bajo la dirección de William Brent Bell nos intenta contar la reconstrucción de la investigación alrededor de María Rossi, una mujer que tras ser exorcizada, asesina a tres personas y llama a la mismísima policía para entregarse; al paso de los años, su hija se encarga de elaborar una exhaustiva investigación que la llevará a los lugares menos esperados y a las situaciones más terroríficas que pudo imaginar.
Nos encontramos ante un relato que intentó ser una mezcla de muchas cosas y terminó siendo tan inverosímil que puedes hasta hablar durante la película porque consigue hacerte perder el suspenso con sus diálogos tan largo y aburridos.
Dio una embarrada y quiso ser documental, pero no lo consiguió; el suspenso se va diluyendo conforme la historia avanza y hasta risa dan algunas escenas, le pierdes el respeto a los 40 minutos que inició la película; y del terror ni hablamos porque a los verdaderos fans del género les resultara una grosería intentar ubicar a la película en esta categoría.
El guión lo encuentro poco creíble y salvo dos escenas “rescatables” la película va directamente al cajón del “olvido y no me acuerdo”. Estas son las historias que molesta ver en el cine, pues son vendidas como GRANDES y CONTROVERTIDAS, pero resultan ser todo un BODRIO. Puedo tacharla de DISCRETA, asunto que en una película de este estilo no se debe escatimar para provocarte un buen susto.
Desde el planteamiento inicial, por el cual un hija quiere hacer un documental de su propia madre y verla como está poseída por el demonio, podemos darnos una idea de ¿por qué tendríamos que ver eso?.
Con todo y que una película de terror, en muchas ocasiones no necesita de un guión de “Oscar” o de actuaciones merecedoras de premios; deben ser bien contadas y llevadas, dos puntos menos más para esta cinta. Considero que la idea original no es mala y pudo dar muchas cosas y más entretenidas.
Recuerdo en 1999 cuando fui a ver “El proyecto de la bruja Blair” (1999) y terminó, me quedó esa sensación de pararme de la butaca y en meros créditos gritar: “¡Hey, me falta el final!”. ¡Ah, pues a esta película, le pasa lo mismo!.
¿Viste el Trailer o avance de la película? Bueno, puedes quedarte con ese bonito recuerdo porque tu encuentro con la historia “completa” será poco afortunado.
De verdad, es triste como el género de terror en el cine se va diluyendo con el suspenso y el guión de está película y otras tantas hechas en los últimos años. Salvo “Actividad Paranormal” (2007), este tipo de historias “documentales [basada en hechos reales]" se están convirtiendo en referencia de las nuevas generaciones. Lo cual no estoy muy a favor, por lo mal hechas que están y porque el género de terror debe ser divertido, morboso y asfixiante y la mencionada en esta entrada no tiene ninguno de los tres conceptos. Reitero… ¿A dónde vamos a parar?.