Con verdadero honor al nombre de este blog...
Debo confesar que el poder asimilar las cintas de Robert Rodríguez no son de tragar a la primera, sino de masticar y disfrutar ese sentido irónico, llevado con tintes muy morbosos sin dejar a un lado el color rojo que caracteriza a la mayoría de sus películas. Además de tener la habilidad de hacer cine tan diferente y pasar de un género a otro es de reconocer porque pocos son capaces de hacerlo y hacerlo bien.
Machete es su producto cinematográfico presentado en este 2010 y que ya se venía venir desde hace muchos años con diferentes apariciones en cintas de Rodríguez. Protagonizada por Danny Trejo, Jessica Alba, Robert D’Niro y Michelle Rodríguez nos cuenta la historia de un rudo ex-federal mexicano, que ahora se dedica a trabajar en las calles de Texas hasta que es contratado para desaparecer a un Senador (interpretado por D’Niro) famoso por su postura inmigrante. No tomando en cuenta que será traicionado y perseguido por personajes que les resulta incomoda su presencia.
Estamos ante una historia bizarra para los ojos de la mayoría que no conoce el cine de Rodríguez empezando por el nombre de la cinta, pasando por el protagonista incomodo a la vista y terminando por la dosis de ironía, sarcasmo y sangre que desfila por la película... elementos no comunes en las estereotipadas películas gringas.
Rayando en lo raspa, sucio y sin gracia nuestro antihéroe a lo largo de su historia va dibujando anécdotas dignas de disfrutar el bote de palomitas completo que hemos comprado en el cine. Llena de escenas de violencia extrema, sangre al por mayor (rayando en lo gorno) y escenas cargadas de adrenalina sexual. Machete tiene una muy delgada línea donde lo grotesco y lo artístico de debaten y sería muy complicado separarlos.
Aunque más que escenas absurdas y exceso de sangre. La cinta no pierde el encanto conforme avanza por su sinceridad de entretener y por toda esa parafernalia que la rodea muy característica de su autor. Ese retrato maquillado por tanta bizarrez del extremismo ideológico, el racismo desmedido, la política sucia y los valores un poco chuecos de los vecinos del norte son expuestos y muchos no se dieron a la tarea de ver en ese cuadro tan bien marcado y delineado de la historia.
Una cinta donde nuestro “héroe” no es el clásico galán y fornido hombre, y los malos son los incomodos a la vista. Todos los elementos expuestos en Machete son dignos de darles y darles la vuelta, desmenuzando muy bien cada una de las partes que componen esta propuesta visual cargada de cosas muy absurdas, completamente divertidas y disimuladamente de bofetada de guante blanco al sistema y sus allegados.
Un selección del reparto muy bien lograda que no puedes pasar desapercibida en las carteleras de cualquier cine; desde el más experimental, hasta el más absurdo vienen incluidos en este paquetito repleto de mucho pero mucho morbo. La participación de Jeff Fahey como el asesor y perpetrador malévolo de todo; una Linsay Lohan entre interesante y absurda al final; el clásico y ya un poco acabado Steven Segal que tiene un personaje no muy lucidor, aunque creo aquí si aplica el hecho de que no es muy bueno tampoco en el ámbito actoral y un largo etcétera que van armando el rompecabezas de esta historia. Agregándole escenas cargadas de ironía que en ocasiones es difícil decidir si el autor lo hace con alevosía o realmente se le fueron los pies al momento de la realización.
Es de reconocer que participar activamente en muchos de los elementos de producción de la cinta habla de una persona muy meticulosa en la realización de la misma. Del trabajo arduo que no escatima y consigue que muchos seguidores alrededor del mundo. Así es el desempeño de Rodríguez.
Conocer el cine de Robert Rodríguez es importante para poder tener un panorama general del tipo de historias que presenta tradicionalmente pues puedes llevarte una sorpresa ante todo lo que visualmente te encontraras con Machete. Aunque hay otras películas del autor más agresivas. Machete no perdona el gran espectáculo y el desplegado de cosas absurdas que de tanto serlo resultan divertidas. La cinta lleva un buen ritmo con escenas rápidas, buenos movimientos de cámara y gags bien empleados; el final no consigue cautivarme dejando cabos sueltos y personajes con resoluciones faltos un poco de coherencia... aunque insisto, no sé si este punto es intencional o realmente desde el guión estuvo el error de lógica.
Es cierto que violenta es, sangre hasta embarrado sales de la sala, pero Rodríguez ha madurado en sus propuestas no abusando de elementos en los que en otras películas recurre en exceso. Machete se convierte en el equilibrio de todo lo que ha venido haciendo con el paso de lo años. Muy acida, muy violenta, muy morbosa y excitante... pero cumple con ese objetivo: un espectáculo digno de disfrutar con palomitas, sin complicaciones cargada de acción y con la etiqueta de bizarro.
Machete es su producto cinematográfico presentado en este 2010 y que ya se venía venir desde hace muchos años con diferentes apariciones en cintas de Rodríguez. Protagonizada por Danny Trejo, Jessica Alba, Robert D’Niro y Michelle Rodríguez nos cuenta la historia de un rudo ex-federal mexicano, que ahora se dedica a trabajar en las calles de Texas hasta que es contratado para desaparecer a un Senador (interpretado por D’Niro) famoso por su postura inmigrante. No tomando en cuenta que será traicionado y perseguido por personajes que les resulta incomoda su presencia.
Estamos ante una historia bizarra para los ojos de la mayoría que no conoce el cine de Rodríguez empezando por el nombre de la cinta, pasando por el protagonista incomodo a la vista y terminando por la dosis de ironía, sarcasmo y sangre que desfila por la película... elementos no comunes en las estereotipadas películas gringas.
Rayando en lo raspa, sucio y sin gracia nuestro antihéroe a lo largo de su historia va dibujando anécdotas dignas de disfrutar el bote de palomitas completo que hemos comprado en el cine. Llena de escenas de violencia extrema, sangre al por mayor (rayando en lo gorno) y escenas cargadas de adrenalina sexual. Machete tiene una muy delgada línea donde lo grotesco y lo artístico de debaten y sería muy complicado separarlos.
Aunque más que escenas absurdas y exceso de sangre. La cinta no pierde el encanto conforme avanza por su sinceridad de entretener y por toda esa parafernalia que la rodea muy característica de su autor. Ese retrato maquillado por tanta bizarrez del extremismo ideológico, el racismo desmedido, la política sucia y los valores un poco chuecos de los vecinos del norte son expuestos y muchos no se dieron a la tarea de ver en ese cuadro tan bien marcado y delineado de la historia.
Una cinta donde nuestro “héroe” no es el clásico galán y fornido hombre, y los malos son los incomodos a la vista. Todos los elementos expuestos en Machete son dignos de darles y darles la vuelta, desmenuzando muy bien cada una de las partes que componen esta propuesta visual cargada de cosas muy absurdas, completamente divertidas y disimuladamente de bofetada de guante blanco al sistema y sus allegados.
Un selección del reparto muy bien lograda que no puedes pasar desapercibida en las carteleras de cualquier cine; desde el más experimental, hasta el más absurdo vienen incluidos en este paquetito repleto de mucho pero mucho morbo. La participación de Jeff Fahey como el asesor y perpetrador malévolo de todo; una Linsay Lohan entre interesante y absurda al final; el clásico y ya un poco acabado Steven Segal que tiene un personaje no muy lucidor, aunque creo aquí si aplica el hecho de que no es muy bueno tampoco en el ámbito actoral y un largo etcétera que van armando el rompecabezas de esta historia. Agregándole escenas cargadas de ironía que en ocasiones es difícil decidir si el autor lo hace con alevosía o realmente se le fueron los pies al momento de la realización.
Es de reconocer que participar activamente en muchos de los elementos de producción de la cinta habla de una persona muy meticulosa en la realización de la misma. Del trabajo arduo que no escatima y consigue que muchos seguidores alrededor del mundo. Así es el desempeño de Rodríguez.
Conocer el cine de Robert Rodríguez es importante para poder tener un panorama general del tipo de historias que presenta tradicionalmente pues puedes llevarte una sorpresa ante todo lo que visualmente te encontraras con Machete. Aunque hay otras películas del autor más agresivas. Machete no perdona el gran espectáculo y el desplegado de cosas absurdas que de tanto serlo resultan divertidas. La cinta lleva un buen ritmo con escenas rápidas, buenos movimientos de cámara y gags bien empleados; el final no consigue cautivarme dejando cabos sueltos y personajes con resoluciones faltos un poco de coherencia... aunque insisto, no sé si este punto es intencional o realmente desde el guión estuvo el error de lógica.
Es cierto que violenta es, sangre hasta embarrado sales de la sala, pero Rodríguez ha madurado en sus propuestas no abusando de elementos en los que en otras películas recurre en exceso. Machete se convierte en el equilibrio de todo lo que ha venido haciendo con el paso de lo años. Muy acida, muy violenta, muy morbosa y excitante... pero cumple con ese objetivo: un espectáculo digno de disfrutar con palomitas, sin complicaciones cargada de acción y con la etiqueta de bizarro.
No voy a poner un "me gusta" pero debo reconocer que es importante conocer de cine para aventarte a ver este tipo de peículas, saber que este director es así y pagar esos dudosos $45... caray... yo no se que onda con este director, pero a mi me dejó bueno sabor de boca esta película. Muy atinados tus comentarios Sr. Entre lo Mágico y lo Absurdo!
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