septiembre 18, 2011

Viajeros en el tiempo (Quantum Leap, 1989-1993)



Normalmente busco platicar con ustedes de cosas actuales o qué han ido mostrándose en los diferentes medios de comunicación.  Hoy estoy engolosinado con una serie de principios de los 90’s que cuando era adolescente la disfrutaba cada vez que al Canal 5 se le daba la gana transmitirla. Por azares del destino y la tecnología hoy se puede conseguir (y revivir) los capítulos de las series de televisión que uno quiera. Viajeros en el tiempo es lo que me mueve a llevarles la siguiente historia.
Aunque analizando el asunto no es una historia sino el simple hecho de establecer que existen programas que se hacen con gracia, ingenio y mucha pasión.
Viajeros en el tiempo fue una serie de ciencia ficción que logró mantenerse en el gusto del publico a lo largo de la primera mitad de la década de los 90’s. En un contexto donde los Dukes de Hazzard, La Dr. Quinn, Guardianes de la bahía y la MUY popular Beverly Hills 90210 hacían de las suyas con el raiting en los diferentes canales de televisión a nivel mundial. Nuestra protagonista iba un poco más allá de lo que las mencionadas planteaban. Pocos protagonistas, Guiones inteligentes y la añoranza de poder cambiar lo que en algún momento nos pudo salir mal en la vida.

El tiempo y la ciencia ficción.
Desde tiempos remotos este tipo de historias han impactado a la humanidad, la literatura fue de las primeras  en plantear cosas donde la ciencia y los especulativo se mezclaban para dar como resultado historias de fantasía. Recordemos la historia de Frankestein de Mary Shelley que se tienen registros sobre la primera obra que planteaba algo relacionado con lo fantástico y la historias de ficción. Autores como Cyrano de Bergerac, Edgar Allan Poe, H. G Wells y hasta John Wyndham, el cual llamaba al subgénero como “Fantasía lógica”, asunto que no sonaba nada descabellado. Después en el cine fue llevado de la mano de infinidad de directores y guionistas que gustaban de contar historias que cambiarían la forma de ver las cosas de los espectadores. Muchas de las adaptaciones hechas originalmente en letras eran llevadas al séptimo arte, generando expectativa entre todos los amantes del ahora reconocido como género: la ciencia ficción. “El viaje a la luna”, “La guerra de dos mundos”, “El planeta de los simios”, “La guerra de las galaxias” y la trilogía de “Volver al futuro”. Posteriormente entre la literatura y el cine esta el que me aventaría a llamarlo su “hijito”: El tan famoso Comic que es uno de los precursores natos de este género en la actualidad. Podría sonar complejo pero la televisión por su naturaleza, complica el realizar cosas tan elaboradas para un publico excesivamente MASIVO. Pero como en todo, existen sus honrosas y agradecidas excepciones.

El viajero está en el horno.
Es aquí donde entra Viajeros en el tiempo (Quantum Leap) una historia de ciencia ficción donde se mezcla la ciencia cuántica y el drama de personajes con diario vivir complejo y con un posible final NO FELIZ.
Samuel Beckett un físico prolífico ganador de un premio Nobel en física, médico y políglota. Es una de las mentes más brillantes del siglo XX y a principios de los años 2000 se interna en un experimento llamado “Salto cuántico” (de ahí el nombre original de la serie) donde por medio de la aceleración de partículas se intenta demostrar la teoría que una persona puede viajar en el pasado en diferentes momentos de su vida. La presión del gobierno es importante en este rollo y Sam decide experimentar con su cuerpo para comprobar la tan famosa teoría que sirve como hilo conductor a las 5 temporadas que duró la serie de televisión. Esto lo lleva a saltar en diferentes épocas para transformar las vidas de diferentes personajes que en su momento no consiguieron cumplir con un objetivo importante debido al destino. Beckett toma en forma, el cuerpo de cada protagonista de la historia siendo imperceptible para la mayoría de los involucrados en el capítulo, salvo niños menores de 5 años o animales, las aventuras de Sam se tornan difíciles al momento de encontrarse frente a un nuevo “salto” y no tener más que una simple frase para identificar la situación compleja: “Oh, boy!”.
Sam tiene un eterno compañero que lo sacara de más de un apuro a lo largo de sus diversos “saltos”: Albert Calavicci (Al), un Almirante y compañero de experimento enviado para ser visto por Sam en forma de holograma y con el cual podrá interactuar exclusivamente por momentos y nadie más de los involucrados en la historia tendrá acceso a verlo y escucharlo (dándole cierto toque cómico a la historia al ser descubierto hablando sólo por parte del resto de los personajes). A su vez Al, trae consigo a Ziggy una especie de computadora de bolsillo con el poder suficiente de informarle los motivos por los que Sam se encuentra en ese lugar y que prosigue ante los diversos hechos.
¿Es un DIOS el qué decide dónde debe brincar Sam?, es probable mejor llamarlo un superior. Uniendo la ciencia y los sentimientos se formula una historia bastante compleja donde por medio de varios capítulos de las diferentes temporadas van salpicándonos de los detalles de los dos protagonistas, el experimento, las facultades y las intenciones que se buscaban con el “Salto Cuántico”. Un punto atractivo y que lograba aun más esa construcción de detalles interesantes es cómo Sam, sólo viajaba en el tiempo a lo largo de la vida de él mismo, que corresponde a la última mitad del siglo XX reforzando lo inicial del experimento sobre viajar a diferentes momentos en la vida del viajero. 

De contenido y aventuras.
Desde la premisa inicial un poco enredada por su misma complejidad, hasta los divertidos epílogos donde Sam se encuentra con nuevos momentos, personajes y situaciones difíciles; van dándole a “Viajeros en el tiempo” un interesante perspectiva de serie de televisión pensada, con mucha investigación y gran desfile de momentos y hechos históricos que van encajando con la vida de nuestro protagonista.
Sam nunca cambia la historia de figuras importantes para transformar hechos o momentos importantes para la humanidad en general, sino el “superior” es el encargado de dirigirlo con el propósito de conseguir que personalidades que tenían mucho potencial logren su objetivo en la vida.
Un asunto interesante resulta como a pesar de un sustento importante de la serie científicamente hablando y que cada capitulo está ambientado de manera excelente en las diferentes épocas en vestuario, escenografía y diálogos; Sam tiene la labor de conocer qué decisión fue la equivocada que hizo que en ese momento se encontrara en un cuerpo que no es el suyo. En capítulos resultan cosas muy sencillas que determinan el futuro, otras ocasiones las decisiones se ven rodeadas de suspenso, racismo, diferencia de clases o mucho drama, complicando aún más la solución del acontecimiento que lo lleva a vivir en esa época.
Lo más llamativo de todo esto, es el guión, la investigación y la trama tan bien estructuradas que en cada capitulo haces querer más de los personajes principales y esperas con ansias descubrir que nueva aventura le depara al buen Dr. Beckett. Encontraras historias llevadas en los 50’s, aventuras de vaqueros, ejecutivos, jóvenes, personas con capacidades diferentes, mujeres en los 80’s, locutores y un gran etcétera que sirvieron para desarrollar 95 historias llenas de anécdotas y situaciones para conocer diferentes contextos, ideologías, y a la sociedad en general.
Trabajo impecable de investigación, actuaciones muy nobles; el protagonista Scott Bakula es disfrutable verlo, creerle el sufrimiento de cómo se encuentra en un cuerpo diferente en cada salto y no saber que le pueda deparar ese nueva aventura. Su eterno compañero, el actor Dean Stockwell como el desfachatado y precoz Al, que lo mismo puede ponerse serio y ayudar en los aprietos al buen Sam o enamorarse de los diversos personajes femeninos que circulan a lo largo de las diferentes historias.
Ahora, es cierto que analizándolo a profundidad muchas preguntas surgen para buscarle una coherencia a los dos protagonistas y sus contantes aventuras en diferentes épocas, pero conforme los capítulos y las temporadas avanzan se van aclarando y esa misma complejidad hace al espectador armar diversas hipótesis. Es ahí el secreto loable de esta serie. Hacer pensar a su público.
Armar una teoría, disfrutar de la historia, reír o pensar sobre situaciones desarrollas en la trama de cada capítulo y la sorpresa de dónde y cuándo estará el protagonista en la próxima entrega.

El show.
La serie de televisión creada por Donald P. Bellisario consiguió a lo largo de las cinco temporadas proyectar a estrellas de la televisión importantes en aquellos años, mencionando a Neil Patrick Harris, Debbie Allen, Bob Saget o Broke Shields; hacían sus “pininos” gente como Jennifer Aniston, Teri Hatcher, Jason Presley, Marcia Cross o Kurt Fuller.
Con Viajeros en el Tiempo, llegamos a conocer indirectamente la vida de personalidades como Buddy Holly, Woody Allen, Silvester Stallone, Elvis Presley o Marilyn Monroe entre otros que enamoran por su popularidad comprobable y esa mezcla entre lo real y la ficción manejadas de manera magistral.
La serie al finalizar sus transmisiones el 5 de mayo de 1993 ya tenía en el bolsillo un soundtrack donde podrías escuchar los temas que a lo largo de la serie habían logrado transmitir parte de la historia como aquella pieza que forma parte de la obra teatral de “El hombre de la mancha”, historia que forma parte de la segunda temporada, sin faltar el tema principal que acompaña los créditos de inicio de cada capítulo.
También ya contaba con reconocimientos destacando 2 globos de Oro para sus protagonistas y varios premios Emmy durante los años que se realizó la serie de televisión. Además de tener un Directors Guil of America en 1991 por el capítulo denominado “Vietnam”, entre otros premios que le dieron solidez a cada temporada.  La revista TVGuide publicó en 2007 un ranking, donde ubican a la serie en el numero 15 de las Grandes series de Culto de todos los tiempos. Consiguiendo que Universal Studios Home Entertainment considerara la opción de lanzar a la venta una edición especial con las 5 temporadas incluidas en un Box Set de Lujo en 27 discos con curiosidades de Quantum Leap.
Durante su transmisión también existió la versión comic de la serie donde por medio de 15 números entre 1991 y 1993 las aventuras de Sam y Al eran llevadas por medio de viñetas, misma temática sólo que sin la imagen en movimiento.
La serie sufrió muchos cambios de horario durante su proyección estelar pero ninguno afecto la lealtad de su público que durante todas sus temporadas la mantuvo con buenos niveles de audiencia.

El final inevitable.
Ya con 5 años y 97 capítulos encima, y ver “saltar” a Sam de época en época y de personaje en personaje, llega el final; de parte de “El superior”: Sam tiene la opción de retirarse y saltar a casa o seguir ayudando gente el resto de su vida. Durante su presencia en ése extraño bar lleno de visiones de gente conocida y saltos previos, Sam tiene un momento de iluminación: aceptando seguir como un viajero; como recompensa, “El superior” lo pone en una situación que define la serie: salta dentro de la vida de Al, su único amigo, para rescatar su primer matrimonio. ¡Oh, gran dilema! Un final digno, emotivo y genial. No volveríamos a escuchar el clásico: “Oh, boy!”.

Fui adolescente durante su transmisión oficial y disfrutaba mucho verla en la televisión abierta durante la programación vespertina del Canal 5, la veía y aunque por la inconsistencia de los programadores, mis “ocupaciones” de joven, entre otros factores no me permitieron conocer la historia de manera consecutiva; la serie me parecía interesante y hasta cierto punto atractiva en un México a punto de sufrir la peor de las crisis de su historia. Hoy, con el doble de años, disfruté de nuevo cada uno de los capítulos y me pareció formidable la estructura, la idea original y la justificación de cada historia, además de todos los elementos técnicos como formato de serie televisiva debería cubrir. Viajeros en el Tiempo,  nunca buscó cambiar la historia de la humanidad, sólo era el hecho que los actos cotidianos de cada uno de nosotros son los que nos van marcando en la vida y esas decisiones triviales tomadas u olvidadas nos forjaban a convertirnos en seres trascendente con los que nos rodean. Entre la sencillez y la complejidad, un producto audiovisual digno de disfrutarlo a pesar de que los años puedan hacerla lucir muy vintage.


Aquí les dejo "El intro" oficial con el tema principal que se uso durante las 5 temporadas...




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