Érase una vez un espejismo llamado Transformers.
En cierto, el simple hecho de nombrar Transformers, me genera nostalgia por aquellos dibujos animados que veía en el Canal 5 durante los 80’s. Mencionar a Michael Bay al inicio del tráiler es garantía que veras explosiones y la adrenalina estará presente. Qué decir de Steven Spilberg que con años y años en el séptimo arte el avalar una producción como esta, nos permite visualizar que existirá calidad en el producto final… Érase una vez un trio de luz, ahora sólo observo como se desmorona un concepto que como dicen en la música… ¡Ya lo veía venir!
Transformers 3: El lado oscuro de la luna, llega ante nosotros con la dirección de Michael Bay; el guión de Ehren Kruger (él tiene gran responsabilidad en esto); con la participación de Shia LaBeouf, Rosie Huntington-Whiteley, Tyrese Gibson, Frances McDormand, John Malkovich, Patrick Dempsey, Josh Duhamel, Alan Tudyk, Kevin Dunn y en la producción de este monstruo robótico: el Sr. Spilberg. TF3 relata un acontecimiento misterioso que ha ocurrido en la Tierra y amenaza con provocar una guerra tan grande que ni los propios Transformers serán capaces de salvar el planeta tierra.
Nuestra película es un buen agasajo de efecto visuales, no lo voy a negar; aunque es más impactante la segunda entrega que El lado oscuro, es muy probable que te enamores de varias escenas realizadas específicamente para impactar en lo que llamamos el 3D; ahí lleva las de ganar nuestra tercera parte, pero… si nos vamos a verle los detalles y con unos buenos lentes de 3D descubrirán algunos asuntos que debemos platicarlos considerablemente.
El guión es el principal problema de nuestra historia, la cual desde que vimos el tráiler meses atrás imaginábamos una historia compleja, pero ¡oh, sorpresa! con el correr de los minutos, el guión se vuelve absurdo, predecible y relegado: ¿por qué? ¡bah! Es una película de acción. El tratamiento no fue el correcto, tomando en cuenta que no estamos ante una absurda película de carros y testosterona. Es un importante legado de personajes en caricaturas que crecieron con millones de generaciones y que saben perfectamente la historia de cada personaje involucrado en la cinta.
Aquí puedo decir que el guión mal desarrollado lleva a la cinta a tener escenas ridículas, por llamarlas de una manera: eso que al momento de matar a los robots les escurría… ¿color rojo?, ¿era sangre? O mero dramatismo para hacer la escena más absurda de lo que ya presentaba. También el personaje de Dempsey vivió en un mundo paralelo con la villana del bodrio de Maria la del Barrio (1996) en televisión, porque conforme la película avanza, va debrayando en exceso hasta salir corriendo en una escena gritando que “los autobotos están vivos” para que los decepticons lo escuchen en un edifico de Chicago de más de 40 pisos. ¡Por favor! Eso raya en lo incoherente.
Otro punto es lo intolerable que resultan algunos personajes, con todo y que son interpretados por actores de respeto y hasta con trayectoria. No pensé decir esto, pero a Megan Fox se le extrañan. Shia es lo más rescatable de la película pues evoluciona y nos presenta a un Sam ya maduro y aleccionado con los que le ha pasado a lo largo de los años.
Definitivamente a la cinta le sobran más de 40 minutos y podría permanecer como un cierre decente para la saga que Bay venía presentando. Aunque aquí, considero más explosiones es sinónimo de más calidad. No lo creo; me podrán decir, pides demasiado a una película que no lo merece; Tampoco, puesto que son personajes con personalidad y cariño por el publico. Los dibujos animados son de respeto; la primera entrega fue buena. ¿Por qué terminar con algo tan desangelado?. Merecían un final digno. No ideas estúpidas para rellenar la trama. Tan sólo observen el final. Pelean tanto por un objetivo y la última confrontación (la más importante) se te va tan rápido que dice: ¿qué? ¡¿así termina?!.
TF3 es una desilusión desde el elenco desperdiciado, la banda sonora, el guión, la fotografía; todo con el propósito de encandilarte visualmente, que por momentos lo consigue, pero los espejismos eso son. Ilusiones que visualmente te enamoran pero intentas tocar su esencia y se esfuman maravillosamente.
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